Por un voto informado y responsable el 11 de abril, por la gobernabilidad del país, por nuestros pueblos originarios y por una nueva constitución


Lima, 9 de abril de 2021. En medio de una agresiva escalada de la pandemia del COVID-19, el próximo 11 de abril se realizarán las Elecciones Generales 2021, donde se elegirán a los/as candidatos/as presidenciales que pasaran a la segunda vuelta y al nuevo congreso. En los difíciles momentos que atraviesa nuestro país, es crucial que los peruanos y peruanos emitamos un voto informado y responsable, porque con nuestro voto decidiremos el destino de nuestro país, de millones de peruanos y peruanas, especialmente para nuestros pueblos indígenas u originarios de Costa, Andes y Amazonía, que sin duda son los grandes marginados y olvidados de la contienda electoral.

En efecto, un reciente estudio de la Universidad Católica del Perú, que analizó los planes de gobierno para identificar si consideraban o no los derechos de los pueblos indígenas, obtuvo resultados sumamente desalentadores: cuatro de ellos consideran que los pueblos indígenas son una traba para las inversiones, mientras que la mayoría se conformaban con proponer su acceso a los servicios públicos. Solo una mínima cantidad de partidos se preocupan por garantizar un óptimo nivel de coordinación del Estado con los pueblos originarios, respetando su derecho a la participación y a la consulta previa. A ello, se suma la casi nula presencia de candidatas y candidatos al Congreso que se autoidentifican como pertenecientes a un pueblo indígena. En tal sentido, llama poderosamente la atención que una importante cantidad de ciudadanos y ciudadanas indígenas se sigan inclinando por opciones políticas que, además de no tenerlos en cuenta en sus planes de gobierno, tienen planteamientos políticos y económicos que son una clara amenaza para sus territorios, ambiente, economía, salud e integridad personal.

Pero lo más preocupante en el escenario político es la presencia, entre los primeros lugares de las encuestas, de candidaturas que son la declarada continuidad del régimen autoritario y corrupto que en la década de los noventa encabezó la dupla Fujimori-Montesinos, régimen cuya principal “herencia” para el país fue la nefasta Constitución del 93, a la cual debemos las reiteradas crisis de gobernabilidad que nos asolan desde el 2016. Peor aún, las enormes falencias del Estado que se han puesto de manifiesto durante la crisis sanitaria son producto de ese mismo texto constitucional, las cuales se han agravado por la inescrupulosa acción de mafias empresariales que, al amparo de las irracionales políticas de libre mercado que esa constitución protege, se han dedicado a traficar con la vida y la salud de miles de hermanos peruanos y peruanas, especulando con medicinas, servicios e insumos médicos. No obstante, tales candidaturas reivindican y defienden a ultranza ese modelo político, social y económico desigual, excluyente, discriminador, opresivo y proclive a la corrupción pública y privada, oponiéndose a cualquier propuesta o alternativa democrática de cambio.

En un escenario tan crucial para el futuro de nuestro país, desde la CNA no podemos permanecer indiferentes ante la muy grave amenaza que esas candidaturas representan para nuestra soberanía nacional, la lucha contra la corrupción, la reforma del Estado, la lucha contra la desigualdad y la discriminación, y el respeto a los derechos humanos de nuestra población, especialmente los derechos de nuestros pueblos indígenas u originarios. Por ello, invocamos a la ciudadanía en general y, de manera especial, a los ciudadanos y ciudadanas indígenas de todo el país, a emitir este 11 de abril un voto responsable, informado y basado en propuestas, optando por aquellos candidatos y candidatas presidenciales y congresales que ofrezcan un cambio real a este fallido modelo político, económico y social que ha sumido al Perú en una permanente crisis estructural y lo ha llevado a convertirse en el país más golpeado por la pandemia a nivel mundial, con la cifra más alta de fallecidos por millón de habitantes.

Por lo expuesto, invocamos a nuestros hermanos y hermanas de todo el país a elegir candidatos y candidatas que deslinden con la corrupción y nos garanticen:

  • Una Nueva Constitución para el Perú, que reconozca a nuestro país como un Estado Plurinacional y Pluricultural.
  • Un nuevo modelo político, social y económico con equidad e igualdad de oportunidades para todos y todas, sin exclusión ni discriminación de ningún tipo, ni privilegios para los grupos de poder económico.
  • La gobernabilidad y estabilidad política que necesita urgentemente nuestro país para superar la crisis política, económica y sanitaria.
  • Un manejo responsable y eficiente de la crisis sanitaria que padecemos.
  • El pleno respeto a los derechos humanos de toda nuestra población, sin ningún tipo de discriminación.
  • El pleno reconocimiento, respeto y salvaguarda de los derechos, culturas, territorios, autonomía y libre determinación de nuestros pueblos indígenas
  • La defensa de nuestra soberanía nacional y sobre nuestros recursos naturales.
  • La defensa y protección de nuestra soberanía alimentaria y nuestra agricultura familiar.
  • La lucha frontal contra la corrupción, sin importar caiga quien caiga.
  • Lucha frontal contra la discriminación en todas sus formas y la exclusión social, el racismo y el machismo.
  • La irrestricta protección del medio ambiente y el aprovechamiento sostenible de nuestros recursos naturales, disponiendo medidas para prevenir y enfrentar los efectos del cambio climático.

Los peruanos y peruanas, tenemos el poder de elegir y decidir por un voto informado y responsable.

Elijamos partidos con propuestas que garanticen la salud y la educación pública; la soberanía nacional y la soberanía alimentaria; los derechos humanos, los derechos de los pueblos indígenas y de la Pachamama