Cada 17 de abril conmemoramos el Día Mundial de la Lucha campesina, fecha en la que recordamos la lucha constante que realizan nuestros pueblos indígenas u originarios en la defensa por la tierra y el reconocimiento de sus derechos.
Como se recuerda, un 17 de abril de 1996 policías militares brasileños abrieron fuego contra una marcha del MTS (Movimiento de los Sin Tierra de Brasil), en donde fueron asesinados 69 campesinos quienes reclamaban el derecho a la tierra. A raíz de este suceso, se fijó el 17 de abril como Jornada Mundial de la Lucha Campesina, la cual busca defender a la pequeña agricultura y la soberanía alimentaria, así como promover la justicia social y dignidad de los pueblos originarios.
¿Pero cuál es la situación actual de nuestros hermanos y hermanas? Lamentablemente, tanto los pueblos indígenas, andinos y amazónicos continúan siendo las poblaciones más excluidas y desatendidas por parte de los gobiernos de turno, quienes priorizan la implementación de políticas neoliberales como el modelo producción agrícola de exportación y agronegocio, altamente contaminante, en lugar de fortalecer la pequeña agricultura familiar y comunitaria; la cual, además de ser la base fundamental de la economía indígena, alimenta a 7 de cada 10 hogares peruanos.
A continuación te dejamos 5 razones por las cuales nuestra lucha, puede ser también la tuya:
1) Buscamos igualdad derechos. No somos ciudadanos de segunda categoría
Los campesinos tenemos derecho a una vida digna y sin discriminación. Queremos que el Estado reconozca y fomente nuestra participación tanto el diseño como decisión de políticas públicas; sobre todo, cuando lo que se decida va a afectar directamente a nuestras familias y nuestras tierras. ¡Los derechos humanos no son opcionales!
2) La defensa de nuestros derechos no es terrorismo
“Campesino que se queja es subversivo”. A menudo vemos como la sociedad en general, nos tienen bajo el concepto de revoltosos, rojos, y calificativos similares. Lastimosamente, estos estereotipos son reforzados por los medios de comunicación o grupos de poder en general que buscan deslegitimar nuestra lucha. Un caso que siempre se repite en la historia de la lucha campesina es la detención arbitraria por parte de la PNP de comuneros que defienden su tierra y territorio en contexto de conflictos socioambientales.
3) El campo no es sinónimo de pobreza y falta de oportunidades
En nuestras zonas rurales encontramos minerales, gas, petróleo, y grandes extensiones de tierra fértil, sin embargo, el actual modelo neoliberal está explotando esa riqueza, a cualquier precio, expulsando a indígenas y campesinos hacia las ciudades, hacia la miseria ¡ El campo no debería estar al servicio de unos pocos!
4) La crisis ambiental amenaza nuestro modo de vida y pone en riesgo la biodiversidad
La premisa de “Reactivar nuestra economía” se ha convertido en la excusa perfecta de nuestros gobernantes para explotar nuestras tierras, la tierra de todos y todas en aras de fomentar el crecimiento económico. Leyes peruanas como la 30230, más conocida como paquetazo ambiental, aprobada en la gestión del expresidente Ollanta Humala, cuyo objetivo principal fue disminuir costos de transacción y mecanismos de fiscalización ambiental para favorecer a empresas extractitivistas de los sectores de minería, petrolero y sector energético. Hoy, cuatro años después, esta ley lejos de reactivar la economía ha desencadenado mayores problemas de índole socioambiental. De acuerdo a los reportes de la Defensoría del Pueblo, el 2014 se cerró con 139 conflictos socioambientales y el 2017 con 169
Por todo lo expuesto, desde la CNA reafirmamos nuestro compromiso de velar por los intereses de nuestros miles de pequeños y medianos agricultores (as), siendo la voz de nuestros pueblos, pero también implementando propuestas para el desarrollo sostenible de nuestro campesinado. ¡Nuestra lucha continúa!
Agradecemos su difusión