El último martes 22 de agosto se llevó a cabo el primer taller para la formulación de la Política Nacional de Agricultura Familiar al 2050. El proceso, conducido por la Dirección General de Políticas Agrarias del MIDAGRI, busca elaborar el instrumento público más importante para orientar la provisión de servicios destinados a atender a la agricultura familiar en nuestro país.
Alertamos que hasta hoy el MIDAGRI no ha tomado en cuenta a las organizaciones y gremios representativos de la agricultura familiar en las reuniones de trabajo. Están ausentes casi la totalidad de organizaciones agrícolas, indígenas y campesinas. El taller ha sido, en esencia, una reunión de funcionarios del propio MIDAGRI, representantes de diversas ONG y académicos.
Hemos tomado conocimiento que en el taller, que duró apenas dos horas, no hubo un verdadero intercambio de ideas, la intención de los funcionarios del MIDAGRI fue imponer sus conclusiones preconcebidas y de interés del gobierno. También hubo una clara intención de invisibilizar la responsabilidad del Estado en la situación crítica que permanentemente enfrenta la agricultura familiar.
Además, se ignoró aspectos de gran relevancia como la situación de permanente exclusión social y económica de la agricultura familiar, la pobreza estructural que padecen las y los pequeños agricultores, la falta de acceso a infraestructura y servicios públicos adecuados, la vulnerabilidad ante el cambio climático.
El inicio de la elaboración de la Política Nacional de Agricultura Familiar al 2050 preocupa y deja mucho que desear. Se puede anticipar que el instrumento que se está elaborando no servirá para resolver los problemas de fondo que enfrenta de manera estructural el agro nacional, que aporta el 70% de los alimentos y emplea al 30% de la población económicamente activa del país.
Desde la CNA alertamos a las organizaciones indígenas, agrarias y la opinión pública sobre los graves problemas y deficiencias que viene teniendo la formulación de la Política Nacional de Agricultura Familiar al 2050, y advertimos que, así como está planteado el escenario, ésta no servirá para resolver los verdaderos problemas de fondo que afectan a este sector.
Exigimos al MIDAGRI que corrija de inmediato la actuación que viene teniendo en el proceso de construcción de esta política pública tan vital y estratégica para el desarrollo sostenible y la seguridad alimentaria de nuestro país. Demandamos garantizar en este proceso la presencia de las y los actores y organizaciones relevantes de nuestra agricultura familiar, pueblos indígenas y pequeños agricultores.
Solo así el diálogo será fructífero y se identificarán los verdaderos problemas que padece la agricultura familiar. Exigimos, finalmente, una metodología adecuada y participativa, que asegure la aplicación del enfoque intercultural, de género, generacional (jóvenes), de derechos humanos y sostenibilidad.
