La papa es uno de los mayores aportes alimentarios al mundo. En el Perú existen más de 3500 variedades de papa con diferentes propiedades y cualidades, ello gracias a la loable labor de conservación de las comunidades de la pequeña Agricultura familiar que habitan sobre todo en las zonas altoandianas, siendo las áreas agrícolas de mayor producción Puno, Huánuco Cusco, Cajamarca, Huancavelica, Junín entre otras.
Según la FAO, Perú se encuentra dentro del ranking de 25 países a nivel mundial en la producción de este alimento. Solo en el 2018, la producción nacional ascendió a un total de 5 millones 121 110 toneladas. Hoy, ante el escenario de una pandemia, el mundo afronta un desafío decisivo: ¿cómo garantizar alimentos a todos los habitantes a la vez que se asegura la protección de nuestros recursos naturales? La papa se presenta, entonces, como un alimento vital para enfrentar con resiliencia cualquier posible hambruna.
“Frente a la variedad de tubérculos que poseemos en nuestro país, como la yuca o el camote , la papa se ha convertido en un producto esencial dentro de nuestra gastronomía; sin embargo poco valorado. Por ejemplo, con la reciente reactivación económica, ya empezaron a aperturar algunas cadenas de restaurantes y pollerías sin embargo no se ha priorizado la compra de papas a nuestros hermanos de campo, sino que se ha optado por comprar papa importada de Estados Unidos , Holanda, Bélgica, entre otros. Esto ocurre en nuestra capital, mientras en el campo se presentan trabas diarias para garantizar el traslado y distribución de productos a los mercados de abasto, a tal punto que algunos se ven forzados a botar a las carreteras sus productos. Hay una clara competencia desleal y un notorio abandono del sector agropecuario en nuestro país.”, refirió Antolín Huáscar, presidente de la CNA.
Desde la CNA, exigimos a nuestras autoridades sensibilizar al público respecto a la función de este tubérculo en la agricultura, la economía y la seguridad alimentaria. No permitamos que las papas procesadas sigan ganando popularidad, no permitamos su importación. La papa es peruana y tranquilamente podríamos ser líderes no solo en su producción sino también consumo. Exigimos, además, que los programas sociales incluyan la papa como producto adquirido de los mismos productores, en lugar de priorizar la compra de productos foráneos como los fideos .Asimismo, urge que el Minagri y los gobiernos regionales garanticen financiamiento e insumos para las siguientes campañas agrícola sin trabas burocráticas, procesos engorrosos o confusos, y sobre todo a tasas y plazos justos. Recordar también velar porque nuestros productores y productoras cuenten con t odas las medidas de protección y cuidado necesarios a fin de no adquirir el covid-19.
Agradecemos su difusión