Lima, 06 de agosto de 2020. Con 37 votos a favor, 54 en contra y 34 abstenciones, el Congreso de la República le negó la confianza al Primer Ministro, Pedro Cateriano, y a todo su gabinete, nombrado hace poco más de 20 días por el presidente Martín Vizcarra. Si bien existen dudas sobre las verdaderas motivaciones e intereses políticos y económicos detrás de esta negativa por parte de ciertos congresistas (sobre todo de quienes se abstuvieron de votar), lo innegable es que la política de Cateriano pretendía imponer a toda costa una reactivación económica priorizando los intereses de las grandes empresas, destinando fondos públicos y flexibilizando los derechos humanos de toda la población, especialmente de nuestros pueblos indígenas originarios campesinos.
Antolín Huáscar, presidente de la CNA en representación de las familias indígenas y agricultoras, señala: “Nuestra apuesta será siempre por un líder o lideresa de gabinete al servicio de los intereses del país y no al servicio de intereses particulares, sobre todo en un contexto de emergencia sanitaria como éste, es primordial que la persona designada concentre esfuerzos para garantizar la salud, la vida e integridad de los peruanos y peruanas, articulando a todas las organizaciones sin excluir a los pueblos indígenas de la Costa, los Andes y la Amazonia, que nos considere como aliados”. Por lo expuesto, exigimos:
- Incorporar en los Comandos Covid-19 a los Pueblos Indígenas originarios campesinos; implementar de pruebas rápidas y moleculares a todos los centros de salud a nivel nacional.
- Asignar un presupuesto especial para atender la emergencia en las zonas rurales de la Costa y Andes, adicional al ya dispuesto para la Amazonía. Que el sector salud reconozca, valore, promueva y aplique el conocimiento tradicional de los sabios y sabias de nuestros pueblos indígenas originarios campesinos para proteger la salud y la vida de nuestra población.
- Garantizar la educación de nuestros niños, niñas y adolescentes. Tomar las medidas necesarias para hacer efectiva la entrega de tabletas para todos los niños y niñas de las zonas más remotas y vulnerables del Perú y para la instalación de internet con señal abierta en las regiones donde no existen.
- Priorizar nuestra soberanía alimentaria nacional, la agricultura familiar y la reestructuración del MINAGRI, garantizando la participación de los Pueblos Indígenas,pues poseemos la sabiduría ancestral para garantizar las semillas y manejamos tecnologías que cuidan el ambiente.
- En materia económica, repensar el desarrollo de la actividad minera en el Perú, que sea verdaderamente sostenible y beneficie a la mayoría de peruanos y peruanas. Este pedido no es ajeno a las prioridades, tendencias mundiales y preocupación en torno al cuidado del planeta y la protección de nuestros ecosistemas, bosques, ríos, humedales y otros.
Expresamos nuestro total desacuerdo con la imposición de un extractivismo intensivo y altamente contaminante de nuestro ambiente, que además entregue nuestros recursos naturales a las empresas trasnacionales. Más allá de las motivaciones e intereses políticos detrás de la denegación de confianza, lo que primordialmente nos interesa a los pueblos indígenas originarios campesinos de la Costa, Andes y Amazonía del Perú, que representamos la tercera parte de la población, es un gabinete que esté a la altura de las circunstancias, que de verdad conozca nuestra realidad nacional y dicte políticas públicas interculturales, reconociendo la multiculturalidad que caracteriza nuestro país. Solo así las demandas de nuestros pueblos indígenas originarios campesinos serán escuchadas y atendidas.
Desde la CNA consideramos que la partida de Cateriano no es un triunfo para el Perú, pero sí un claro mensaje para la CONFIEP y el gobierno del señor Vizcarra, que hoy más que nunca están de espaldas a los intereses y necesidades de nuestro pueblo; por ello,reafirmamos nuestra exigencia de que se designe a líderes con antecedentes democráticos, dialogantes y proclives hacia la interculturalidad, y volvemos a alertar que perfiles como los del señor Cateriano y muchos miembros de su gabinete constituyen una seria amenaza para los derechos humanos y colectivos de nuestros pueblos indígenas originarios campesinos y de todos los peruanos y peruanas, por lo que nos mantendremos en actitud vigilante ante cualquier intento del Ejecutivo por volver a poner en riesgo la vida, salud, economía y derechos de nuestros hermanos y hermanas.